“Dios me llama porque me ama”, una frase de Amedeo Cencini que animó e iluminó la Misión Nacional Lasallista 2019 en Chiquimula, Guatemala. Este evento nacional se llevó a cabo del 17 al 25 de noviembre en las Aldeas de Chiquimula y San José La Arada, las cuales son atendidas pastoralmente por la Congregación o Tercera orden Seglar Franciscana,
Se contó con presencia juvenil misionera de Guatemala y Costa Rica, la mayoría estudiantes de las Obras Educativas de La Salle en ambos países, además; de la presencia de Hermanos de La Salle del Distrito, y jóvenes aspirantes a la vida de Hermano del Distrito Lasallista “Bolivia – Perú”, Profesores, Exalumnos y la unidad de enfermeros de la Universidad Galileo, los cuales cumplieron 10 años de presencia en las misiones que promueve La Salle en Guatemala.
235 personas, 22 Aldeas, formación humana, catequesis, celebraciones litúrgicas, compartir fraterno y jornada de salud, todo esto en 7 días. La Misión Nacional, a través de la temática, metodología y lema, buscaba este año de las vocaciones en el Instituto de los Hermanos de La Salle, dar a conocer que el hombre “ser humano” viene a la vida porque es amado, pensado y querido por Dios. Es Dios – Padre/ Madre que llama a la vida, invita compartirla, sacando a la humanidad de la No – Existencia, del conformismo y de la individualidad.
En esta temática vocacional y experiencia misionera, es donde a el/la joven se le plantea la vocación como una llamada del Hijo, a ser persona. La vocación también es misión, lo cual implica construir el Reino en la Casa Común que Dios nos propone como medio de Salvación.
La Pastoral Nacional de La Salle en Guatemala, agradece a todas las personas que apoyaron e hicieron posible esta experiencia humana, la cual, también ha sido de Dios.