Cargando...

Comisión de Asociación

Origen de la Asociación

La dinámica de la asociación es un rasgo fundamental del carisma lasallista y existe desde el origen del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas; es decir, el hecho de unirse para un fin común, es un componente esencial de la aventura lasallista que aparece en la primera década del Instituto. Primero tuvo lugar “El Voto Heróico” de Juan Bautista de La Salle, Nicolás Vuyart, y Gabriel Drolin en 1691 y, a continuación y de manera más definitiva, el compromiso de por vida de doce Hermanos y de La Salle en 1694, de asociarse para consagrar su vida a la educación cristiana de los niños pobres. Este voto de 1694 se convirtió en la expresión prototípica de la fuerza apostólica y la motivación espiritual para toda forma futura de asociación lasallista. (43º Capítulo General, 2000)

Es importante recordar que el carisma de San Juan Bautista de La Salle no fue solo la fundación de una institución y un movimiento educativo de inspiración cristiana, sino que pretendía también despertar la sensibilidad de los cristianos de su tiempo y de los posteriores hacia los necesitados. Al reflexionar sobre este fenómeno en la actualidad, vemos, aunque en un contexto totalmente diferente, los mismos factores que estuvieron presentes en el origen de las Escuelas Cristianas.

Bien sabemos que las necesidades humanas son múltiples: culturales, morales, sociales, espirituales y también materiales; de manera que quienes no tienen cubiertas todas esas necesidades, merecen el nom­bre de pobres y hacia ellos se han de despertar las preferencias de aquellos que se sienten seguidores de Jesús. La atención a los pobres no se debe polarizar en la predilección solamente por quienes carecen de medios materiales de vida, si bien esta carencia implica ordinariamente otras muchas. La atención debe enfocarse también en todos aquellos que están privados del desarrollo de su inteligencia, de afectividad suficiente, de familia adecuada, de libertad o de dignidad y hacia ellos se debe encauzar el carisma educativo de las Escuelas Cristianas. En tiempos del Fundador, la  Asociación fue su respuesta a la crisis que afrontaban, vivida con ojos de fe y una mirada esperanzada en el futuro.

¿A qué responde?

Al igual que en 1694, la Asociación hoy juega un papel central en el pensamiento y la acción lasallista. Los 43º y 44º Capítulos Generales, así como la Asamblea del 2006 sobre la Misión Educativa Lasallista y la Asociación, hacen hincapié en esta Prioridad.

Según estadísticas, en las últimas cinco décadas, la Misión Educativa Lasallista se ha expandido a nivel mundial de una manera que nunca se hubiera imaginado en tiempos del Fundador. Sin embargo, para los Hermanos hoy, una señal clara e irrefutable de la nueva realidad también es la curva de descenso demográfico ocasionado por la disminución de vocaciones y el envejecimiento. De ahí que, mientras el número de Hermanos disminuye, aumenta el número de jóvenes atendidos en las instituciones educativas lasallistas. Las estadísticas nos indican que en 1966 había 16,824 Hermanos en total y 737,112 alumnos; pero en 2009, las estadísticas reflejan 4,883 Hermanos y 857,819 jóvenes atendidos. Hoy en día hay 2,117 Hermanos implicados directamente en la Misión, junto con 677 religiosos, religiosas y sacerdotes y 76,310 Seglares Lasallistas; de ellos 39,203 son mujeres y 37,107 hombres. Esta situación es particularmente preocupante en Europa, en Australia y en América del Norte; sin embargo, no se vive todavía tan significativamente en América Latina, África y Asia.

Este panorama nos indica que definitivamente es un tiempo nuevo en nuestra historia que nos llama a todos a dar una respuesta creativa. Esta realidad lleva a los Hermanos a tomar acciones para hacer frente a las nuevas necesidades educativas uniéndose, asociándose a hombres y mujeres de diversos estados de vida, dedicados a la Misión Educativa Lasallista. Esta Asociación brota de la fe, de la vocación porque Dios, Creador de la vida y Señor de la historia, siempre está presente en el mundo. Hoy, como en otros tiempos, Dios sigue llamando a hombres y mujeres para participar en la construcción de su Reino. Dios llama a los colaboradores lasallistas para que, “juntos y por asociación”, participen en la construcción del Reino, según su propio estado de vida (casados, solteros, consagrados u ordenados). Es importante agregar que la mayoría de los lasallistas que eligen vivir su vocación bautismal participando en el ministerio de la educación y la evangelización que la Iglesia ha confiado al Instituto, son creyentes en Jesucristo. No obstante, no se cierra la puerta a las muchas mujeres y hombres de otras creencias, que entregan su tiempo profesional e incluso su vida personal a la historia fundacional lasallista porque nuestro objetivo es más bien discernir juntos, cómo todas las respuestas vocacionales pueden tejer una túnica sin costuras de Asociación para la Misión Lasallista.

Actualmente ya hay algunos grupos reconocidos por el Instituto de las Escuelas Cristianas como asociados, como Fraternidad Signum Fidei, los Voluntarios Lasallistas, los Jóvenes Lasallistas, comprometidos todos con la animación y que forman parte del personal de una red educativa de centros.

¿Hacia dónde vamos?

Estas experiencias y los diversos tipos de compromisos han provocado una evolución en la forma en que los lasallistas se ven y se sitúan. El cambio de vocabulario en el Instituto subraya esta evolución: Familia Lasaliana (Capítulo General de 1986), Misión Compartida (Capítulo General de 1993) y Asociación (Capítulo General de 2000). Esta evolución conduce, aunque con modalidades y ritmos diferentes según la Región y el Distrito, a estructuras organizativas de diálogo, de discernimiento y de toma de decisiones en las que todos los lasallistas, incluidos los Hermanos, participan al mismo nivel. Como ejemplos podemos nombrar la Asamblea Internacional para la Misión Educativa Lasaliana y la Asociación del año 2006 con dos tercios de presencia de los seglares, las Asambleas Distritales para la Misión Educativa Lasallista, los Consejos Distritales de la Misión Educativa Lasallista y los Encuentros de Reflexión MEL Nacional.

¿Quiénes integran la Comisión de Asociación?

Como una forma de estar en sintonía con esta evolución y responder así a los lineamientos del Instituto en este sentido, en el Distrito de Centroamérica-Panamá, el 12 de junio del 2015 se creó la Comisión Distrital de Asociación Lasallista, conformada por Hermanos y Seglares, colaboradores de las obras del Distrito.

La Comisión la integran:

  • Hno. Luis Loáisiga, representante de Guatemala.
  • María Elena Herrera, representante de Honduras.
  • Mariola Young, representante de Panamá.
  • Jeannette Moncada, representante de Nicaragua.
  • Patricia González, representante de Costa Rica.
  • Rosa Espinoza Laín, representante de las universidades.

El objetivo de la Comisión es promover la idea de asociarse con los seglares para cumplir con la misión de educar humana y cristianamente a la niñez y juventud centroamericana y panameña, especialmente los más pobres. Bien lo recuerda el Papa Francisco: “Debemos reconocer que el [seglar] por su propia realidad, por su propia identidad, por estar inmerso en el corazón de la vida social, pública y política, por estar en medio de nuevas formas culturales que se gestan continuamente tiene exigencias de nuevas formas de organización y de celebración de la fe

De ahí que es fundamental hacer ver que esta “Asociación” es una respuesta vocacional al Dios que llama. Es un don recibido y no un estatus adquirido. Se trata de decir “SÍ” a una invitación que está en la raíz de todo compromiso lasallista, como un itinerario que se inicia con una participación cordial y profesional en la misión; pero que puede transformarse con el tiempo, en un compromiso personal de servicio, libremente aceptado. En fin, es una invitación a sentirse parte de un caminar hacia el horizonte y de una historia de la salvación que va más allá de cualquier proyecto particular en el que uno pueda estar implicado.

Fundamentado en la Circular 461 (2010)
y  en la Carta Pastoral a los Hermanos (2015).

SUSCRÍBETE

Para recibir más información