Como Comunidad Educativa Lasallista, hemos vivido la experiencia de tres años de crecimiento y fortalecimiento institucional, hemos reconocido a través de la “autoevaluación institucional” nuestras fortalezas e identificado nuestras áreas de mejora. Ha sido un proceso dinámico y participativo donde nos hemos visualizado y escuchado, además de buscar en muchas ocasiones espacios de formación y retroalimentación externa con el fin de buscar las mejores respuestas a las necesidades de nuestra misión educativa.
Al finalizar esta etapa de Autoevaluación Institucional podemos decir con certeza quiénes somos y hacia dónde queremos caminar siendo fieles a nuestra Misión y Visión institucional dentro del marco de la herencia rica de la pedagogía de nuestro fundador San Juan Bautista De La Salle. Hemos sistematizado nuestros procesos de control académico en documentos institucionales que nos permiten orientar los procesos pedagógicos y pastorales de manera integrada, todo esto ha sido fruto de la reflexión de cada miembro de la Comunidad Educativa.
Estamos convencidos que la “educación es un acto de amor” que nos mueve a buscar con audacia y creatividad las mejores estrategias que garanticen una formación humana y cristiana de calidad.
Hoy iniciamos con esperanza un nuevo capítulo donde nuestro mayor compromiso es encauzarnos en plan de mejora continua y fortalecer cada día una cultura de evaluación que nos ponga en camino y estar atentos a las necesidades actuales de los niños y jóvenes.