"Familia que cultiva humanidad"
Canción interpretada en el cierre de la Tercera Misión Pedagógica Territorial-Internacional
Colombo-Guatemalteca
Las manos pasan por la trompeta. Hay un sonido al fondo, un sonido que alerta. La guitarra suena con ritmo preciso. El cajón peruano redobla su cadencia. Porque no es una sino un complejo de voces. Porque no es un talento sino un trabajo en equipo. Es la canción Familia que cultiva humanidad, compuesta en su música y letra para celebrar la culminación, cargada de aprendizajes, de la Tercera Misión Pedagógica Internacional, el día 21 de junio de 2019 en las instalaciones del Colegio La Salle Chiquimula.
Gustavo Adolfo Díaz Castillo en el bajo y la rigurosidad de quien se empeña en dar su vida auténticamente por la música, Edy Macedonio Chávez Gutiérrez en la trompeta y la paciencia de un aprendiz músico que sueña con vivir tocando y que labora con sus manos para ello, Wílber Imanol Morales Castañeda en la trompeta y los ojos de un creador en el instante con la fuerza de la determinación que sale por sus pulmones, Edwin Yahír Cerna Aceituno y la sangre de su familia de músicos que toca los sones con sus palmas y que siente la alegría al poner a sonar un cajón, José Luis Espinoza Morales en la trompeta y la paciencia creadora del instante rápido, los sueños que se vuelven materia al sonar el metal. Creadores músicos, repetición paciente, conocedores del trabajo diario. Junto con ellos, toda la banda musical del Colegio La Salle, dirigida por el profesor Edward Moratalla, jóvenes que inspiran ser arte creadora, y que reconocen la interdependencia musical. En las voces, los estudiantes del Liceo La Salle Chiquimula: Katherin Alessandra Girón Carranza, con su inspiración ferviente de los hilos secretos de la música y la alegría de sentir los referentes de su propia vocación existencial, Hillary Alexandra Pineda y su edición certera, su oído agudo, la impronta de la paciencia con que le canta al mundo que existe el mundo, Johan Alfredo Hernández Martínez y su música natural, la confianza de saber que allí siempre, escondida tras las cosas, o expuesta a los demás, está su vocación, su inspiración y la oportunidad de cantarle al mundo que existe, Paola Andrea Pérez Bohórquez y la melodía en el alma, la cotidianidad musical, la clarividencia de ojos musicales. En la guitarra, como parte del grupo de investigación en Educación Ciudadana Ética y Política para la Paz, de la Universidad de La Salle, Julián Santiago Bernal Ospina, quien ha redescubierto la música en los rostros de estos jóvenes.
Carlos Valerio Echavarría, director natural de la banda, ha inspirado con sus palabras la música de estos jóvenes y les ha hecho creer que vale la pena lucha por sentir, en un instante, el kairós propio de la existencia. Lizeth Lorena González, inspiradora de causas vocacionales, la recolectora de las notas vueltas palabra. Esta canción como homenaje en su construcción y su resultado a los maestros y maestras, estudiantes, hermanos, directivos, padres, madres y cuidadores de la institución Liceo La Salle Chiquimula que nos enseñan a cultivar la humanidad en los instantes cotidianos.
Tema: "Familia que cultiva humanidad"
Liceo La Salle Chiquimula, Guatemala
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