El sentido de vida junto al discernimiento de la vocación es una preocupación recurrente de los jóvenes y; cada uno a su manera quiere dar respuesta a las necesidades de la vida y, desde allí, a las que presenta del mundo. Por eso, se cuestionan diariamente sobre ¿Por qué valdrá la pena vivir? ¿Hacia dónde quiero ir? ¿Cuál es mi horizonte? ¿Qué trayecto me llevará a ser feliz?
Los Encuentros de Profundización Humana (EPH) son experiencias de fe que transversalizan el Proyecto Distrital de Pastoral Vocacional; constituyen espacios de encuentro para el discernimiento propio de la vocación a la luz de la historia personal. A través de la metodología se pretende que el joven pueda definir un Itinerario de acompañamiento cuyo objetivo es discernir la llamada de Dios y asumir una respuesta generosa con su vida. La Cultura Vocacional es el eje que inspira los EPH y mueve a los lasallistas en la comprensión de la vida como primera vocación.
La Pandemia de COVID-19 ha afectado las oportunidades de movilidad y encuentro, a pesar de eso, las acciones siguen enfocadas en atender las inquietudes de muchos jóvenes en el Distrito, donde la respuesta de la Comisión Distrital de Pastoral ha sido adecuar momentáneamente los EPH dentro de la virtualidad, permitiendo que existan momentos de diálogo, reflexión, aprendizaje y decisión enmarcados en los intereses de los jóvenes. Además, estas restricciones también han permitido llegar a más personas y unirlas desde diferentes países; conformando una Comunidad Distrital.
En el 1er EPH, participaron cerca de 25 jóvenes vocacionales y 13 acompañantes en una jornada de 2 días (23 y 24 de abril). Durante el evento se dialogó en torno a la familia, la autoestima, la inteligencia emocional y se presentó la Vocación religiosa de Hermano de Las Escuelas Cristianas; por último cada uno definió un Itinerario de Acompañamiento que tendrá seguimiento a través de los Equipos Vocacionales Locales.
El compromiso de muchos jóvenes y equipos vocacionales llena de Esperanza el futuro de nuestro Distrito, convocando a comprometernos cada vez más en los esfuerzos por crear una comunidad educativa distrital que vive y respira “un ambiente que considera la concepción de la vida humana como vocación y le permite a cada individuo, sea creyente o no, encontrar en un proceso donde un sentido de significado les permite descubrir su pasión y objetivos por la vida” (Circular 475).
Comisión Organizadora